Tercer partido de la temporada, segunda seguido en casa y
ante otro rival importante. El balance de las 3 primeras jornadas nos deja 5
puntos de 9. 5 goles a favor y 3 en contra, mucho mejor atrás de lo acostumbrado
y en la línea habitual en ataque. El partido del Betis sirvió para ver los
puntos fuertes de este equipo y los débiles, con la esperanza de que pueden
mejorarse cara a la temporada. Vamos con el análisis del partido:
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Repitió otra vez once Aguirre, que parece tener
clara la alineación aunque eso implique que varios de los puntos débiles se
potencien por los jugadores que conforman el once inicial. Enfrente un Betis
necesitado de resultados tras los baches iniciales, en los que se han mostrado
sus carencias.
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La defensa está siendo de lo mejor del inicio de
curso, aunque la pareja Colotto-Moreno tengan a veces problemas de coordinación
y colocación, ayer les ayudó que el mejor atacante bético, Rubén Castro, no
estuviese delante para buscarles la espalda constantemente. Particularmente del duelo Cedrick-Fuentes
creo que el lateral sale muy reforzado, hasta el punto que nadie se acuerda de
Capdevila ni piensa que pueda sustituirle.
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El duelo se desarrollo en lo esperado, el balón
para el Betis, la presión para los pericos, que a diferencia del partido contra
el Valencia ayer tuvieron enfrente un rival que se siente cómodo con la pelota
y sabe cómo moverla. En ese contexto Verdú, de vuelta a casa, ejercía como
líder pero sin llegar a alcanzar productividad alguna ante la estaticidad de
los atacantes del Betis.
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En ese reparto de papeles el Espanyol mostró
otro de sus puntos fuertes, esos dos pulmones en el doble pivote que son Victor
Sánchez y David López, en especial este último, grata sorpresa que no solo
trabaja, corre, presiona y roba sino que mueve el balón que acierto.
Probablemente no realizará pases espectaculares pero se rige por la premisa de
no arriesgar el balón en zonas comprometidas, suficiente para resultarle
productivo al equipo.
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Por el contra el Betis tiene problemas arriba y
abajo, la falta de coordinación produce desajustes atrás que se traducen en
ocasiones, aunque ayer el Espanyol no supo aprovecharlas, Stuani remató fuera y
Sara le sacó una gran mano a Thievy. Arriba echan mucho de menos a Rubén
Castro, por los goles, las ocasiones y lo ayuda a la segunda línea a llegar a
posiciones de remate.
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Arriba están los defectos del equipo: Simao
resta más que suma, Stuani esta desconcertado de jugar media parte de punta y
la otra media en banda derecha, Sergio García está lejos de la forma mostrada
la pasada campaña y Pizzi es el primer cambio, juega fuera de sitio y no puede
desplegar su repertorio. Mientras en el banquillo Lanza y Thievy piden paso a
gritos, aportan frescura, movilidad y agitación, y echo en falta no verles
coincidir con Pizzi aún, pueden ser un tridente que dé con la tecla en el
ataque perico.
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No comento mucho sobre el desarrollo del
partido, pasó poco que comentar y parece más productivo hablar sobre las
fortalezas y debilidades del equipo, muy reflejadas ayer en su máxima versión.
A falta del cierre del mercado han cerrado la llegada de Córdoba. No lo veo
como titular sino como refuerzo puntual para partidos concretos, pero sin estar
al nivel de los titulares. A la espera de que Torje aporte lo que Wakaso,
nervio, llegada, pelea y mientras esperamos que Alex Fernández coja la manija,
septiembre empezará a dar respuestas,
tenemos dos semanas para ver con que piezas tenemos que montar el puzle.
Vicente Márquez (@vicentmarquez)
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