Llegan
los últimos cuatro partidos de la llamada “Liga de las Estrellas”. Las últimas
cuatro jornadas decisivas en todos los frentes y los nuestros nos tienen con el
corazón tranquilo. Es hora de ver el vaso medio lleno. Antes de continuar con nuestra
reflexión queremos recordar lo siguiente:
1. Barcelona 37 11. Valencia 18
2. Atlético 34 12. R. Sociedad 17
3. R.Madrid 26 13. Zaragoza 15
4. Málaga 22 14. Athletic 15
5. Betis 22 15. Celta 14
6. Levante 20 16. Mallorca 12
7. Getafe 19 17. Deportivo 11
8. Rayo 19 18. Granada 11
9. Valladolid 18 19. Osasuna 10
10. Sevilla 19 20. ESPANYOL 9
Son los puntos en la jornada 13. El equipo con Pochettino estaba en situación crítica y éstas son las estadísticas con las que se encontró el vasco Aguirre cuando aterrizó en Barcelona. Ahorramos los datos de goles a favor, en contra, etc… para no hacer más leña del árbol caído.
¿Cuántos
de nosotros hubiéramos firmado estar en la actual situación al finalizar la
jornada 34? ¿Y si ese 1 de diciembre nos dicen que además hubiéramos tenido dos
“match-ball” para luchar por Europa? La realidad es que actualmente no tenemos
que competir contra los que hubieran sido dos rivales directos como Celta y
Depor. Además del hándicap añadido de la distancia para arropar a los nuestros
tan lejos de casa. También podemos respirar tranquilos al no tener que jugar
ante el eterno rival con el ansia de sumar para seguir en Primera, porque el
final podría haber sido dramático. A todo esto habría que añadir la dificultad
de jugar contra todo un Real Madrid.
Volvemos
a incidir en ver el vaso medio lleno porque si algo asustaba, además de la
situación y la dinámica que tenía el equipo, era ver el calendario que teníamos
que afrontar en las últimas cinco jornadas de campeonato.
El
equipo se reorganizó, se volvió a armar desde atrás y Aguirre fue capaz de
montar un once reconocible con todos. Llegamos a navidad con algo más de aire y
se fueron por la puerta de atrás tres de los jugadores que la grada señalaba
semana tras semana por su pésimo rendimiento. Galán, Rui Fonte y Albín salieron
para fortalecer más a una plantilla justa y la dirección deportiva acertó al no
llenar el vestuario de caras nuevas en un momento crítico económica y
socialmente para la entidad.
A
partir de aquí casi todo fue sobre ruedas. Cuatro meses de buenas sensaciones
que nos llevaron a ganar en La Catedral, en La Rosaleda, en El Sadar y en el
desierto de Getafe además de hacernos fuertes en casa como hacía mucho que no
veíamos. El equipo se salvó con una aparente facilidad. El actualmente criticado
Aguirre se sacó de la chistera un nuevo rol para Stuani, recuperó a Colotto,
Simao, Casilla y Sergio García para la causa y consiguió en seis jornadas menos
aquello por lo que se le contrató, la salvación.
Lo
demás ya es lo de siempre. Una plantilla que cumple con el objetivo se relaja.
Pero el motivo no lo podemos encontrar en una falta de compromiso. Tendríamos
que meternos en temas y discusiones evidentes para ver cómo en España hay doce
clubs muy parecidos en presupuesto, problemas financieros, perjudicados con
derechos de TV, ventas a final de temporada, etc.
Es
triste afirmarlo, pero mientras el fútbol siga por estos derroteros, a la mayoría
solo nos queda luchar por no bajar y rezar para que un año se puedan recoger
los frutos del escaso trabajo bien hecho y disfrutar de posiciones más altas.
La Real Sociedad es el ejemplo actual.
La
realidad (que nos duele a todos) es que nuestro club tiene como objetivo
conseguir una zona templada en la tabla año tras año. ¿Duele verse tan cerca de
Europa y dejar pasar la oportunidad en nuestras narices? Aquí nos quedamos en
que no tenemos que viajar a Galicia para ayudar al equipo a sacar la
permanencia adelante.
La
tranquilidad es mejor que el sufrimiento. Somos pericos, la estabilidad no
llega a nuestro club y seguro que nos tenemos que preparar para otro verano
movidito, pero el equipo nos ha sacado de la quema en la que se metió y el año
que viene seguiremos donde nos toca.
Disfrutad
del final de Liga y haced vuestras cuentas de la abuela por el descenso con
total tranquilidad y objetividad como haremos nosotros en nuestra próxima
entrada del recién estrenado blog.
La
força d’un sentiment aguanta en lo más alto y ya van décadas sin que nos puedan
tirar.
@pericosdelsur 06/05/2013
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